jueves, 17 de julio de 2014

Reinventar constantemente: de bolsa del super a sobre

Después de muchos días agotadores, lo mejor que uno puede hacer es buscar su cable a tierra y relajarse. En mi caso, dibujar o buscar algún tipo de actividad creativa es lo mas relajante. Pero esta vez quise ir mas allá de lo meramente expresivo y trabajar en una bolsa, que si bien tiene un estampado muy tierno, no dejaba de ser una bolsa para llevar las compras del super. La compré en Brujas, Bélgica porque me encantó el estampado y era una de las pocas cosas que mi acortado presupuesto podía costear. El encaje y este tipo de tejidos son típicos de esta zona, y los diseños me parecen preciosos.


Lo primero que me vino en mente es decorarla con pompones, porque me parecen adorables y le dan un toque encantador a cualquier objeto al que se le apliquen. Además, aprovechado que el estampado tiene colores sobrios y neutros, los pompones son ideales para levantar cualquier look con un touch de color. Es por eso que elegí dos lanas que tenía en casa, una de un color neutro con un toque de dorado y otra coral claro anaranjado bien vibrante.
Para hacer los pompones me ayudé con un rectángulo de cartón, se enrolla la lana, se hace un nudo en el centro y se cortan los laterales.


Luego, cosí los pompones en el borde de la bolsa, corté las manijas y lo doblé a la mitad, para que luzca como un sobre.



Para terminarlo, compré un abrojo para poder cerrarlo. Adoré como quedó, me parece súper tierno y versátil.


:)

jueves, 10 de julio de 2014

Estación Abbesses, París

Es redundante nombrar a parís y adjetivarla con la palabra mágica, porque no hace falta conocerla para saber los encantos que esta ciudad esconde. París es vida, es bohemia, es secretos escondidos en cada rincón, es un universo de cosas hermosas, es diversidad, amor, caos y paz. Es una ciudad dadora, ofrece infinitos programas y posibilidades, es generosa, es única. Rica en cultura, nos brinda historias en cada lugar, es por eso que me gustó tomar un pequeñísimo fragmento de esta ciudad situado en la plaza de Abbesses para hacer una cronología de mi paso por este lugar.
La place de Abbesses es un rincón parisino situado en el mítico barrio de Montmartre, está pegada a la estación de metro de la línea 12 que lleva el mismo nombre. Es un sector chico pero no por eso menos hermoso.
La estación de metro es una de las que aún conserva el espíritu intacto del art nouveau, con su típico letrero con formas orgánicas del "Metropolitain" de París. Cuenta también con un particular "techito" de vidrio.


Es la estación mas profunda de París, sus escaleras son conocidas por ser "interminables". A la salida encontraremos un Carrousel muy simpático y colorido, también el funicular para subir a la zona mas alta de Montmartre. Está rodeada por hermosos bares y negocios. Vale la pena visitar esta zona.
Frente a la estación nos toparemos con la Place des Abbesses, donde está el muro de los te quiero: en un mundo marcado por la violencia, y dominado por el individualismo, los muros, al igual que las fronteras, sirven generalmente para dividir, separar a los pueblos y protegerse de los otros. El muro de los te quiero es sin embargo, un nexo de unión, un lugar de reconciliación, un espejo cuya imagen es el amor y la paz.
El muro de los te quiero es un monumento dedicado al amor y erigido en el jardín del Square Jehan Rictus, en la Place des Abbesses, en el barrio de Montmartre de París. Esta obra imaginada por Frédéric Baron y Claire Kito se ha convertido en un lugar donde se dan cita personas de todo el mundo.



Espero que conozcan este bello lugar! :)

lunes, 7 de julio de 2014

Arroz con curry de calabaza y coco

Ok, no soy una cocinera experta, tampoco sigo al pie de la letra las recetas. Declaro estas breves palabras para sincerarme y comentarles que lo que me impulsa a probar cosas diferentes y a cocinar no es ni mas ni menos que lo que me sirve de motor en el resto de mi vida: el amor. Amor por lo que hago, por dibujar, por trabajar, por estudiar, por leer, por lo que hace feliz a los demás y a mí misma. Y la cocina no iba a ser una excepción ;)

Si bien tan solo cruzando la línea de frontera que nos une con los hermanos brasileros notaremos que el coco es una fruta presente en las mesas de este país vecino frecuentemente, no es un ingrediente habitual en las recetas argentinas, menos para la preparación de platos salados. Debo confesar que mi fascinación por la combinación de calabaza-coco reside en una sopa tailandesa que hice hace un tiempo atrás, el resultado fue maravilloso: el dulzor de la calabaza mezclado con la cremosidad de la leche de coco generaban un desfile de sabores en mi boca.
Sin mas, les dejo mi receta de un arroz sano, diferente y que viene muy bien para estas fechas en las que en la costa atlántica de Argentina hace mucho frío.

Ingredientes:
- 1 calabaza pequeña/1 zapallo anco
- 2 cebollas blancas medianas
- 1 diente de ajo
- 1 cucharada de manteca
- 1 cucharadita de aceite de uva especiado con ajo y albahaca
- 1 cucharada de curry ahumado
- 1 taza de arroz
- Coco rallado a gusto
- 1/2 litro de caldo de verduras
- Queso parmesano rallado a gusto
- Sal a gusto

Preparación

En mi caso utilicé un zapallo anco, busqué uno medianamente grande y ancho.


Primero se corta el zapallo en cubos, el ajo y la cebolla bien finitos.

 
Mientras tanto en una cacerola ponemos la manteca a derretirse y calentarse a fuego medio.
 
 
Colocamos primero el ajo y la cebolla, una vez que rehogamos agregamos la cucharadita de aceite de uva especiado con ajo y albahaca para aromatizar. Cuando la cebolla esté dorada agregamos los cubitos de zapallo. El zapallo se va cocinando y absorbiendo la manteca y líquidos que desprende la cebolla.
 

 
Una vez que el zapallo esté cocido pero no muy blando colocamos la cucharada de curry, como opinión personal prefiero el curry ahumado porque considero que potencia el sabor intrínseco de esta especia.
 
 


Luego de unos minutos colocamos el arroz, lo mezclamos para que éste se impregne con el sabor de los vegetales por unos instantes y agregamos el caldo hirviendo en la cacerola.
 
 
El siguiente paso es agregar el coco rallado y esperar a que el arroz se cocine y el agua se evapore. Una vez que ocurra esto, espolvoreamos el arroz resultante con queso parmesano o sardo y servimos.
 
VOILÁ
 
 
 
Ojalá que hayan disfrutado de la receta tanto como yo, espero ansiosa los comentarios de quienes la hayan llevado a la práctica.
Ale :)